Doña Rosa vive en el barrio, La perseverancia, en donde convirtió un basurero en una huerta.
A través del contacto con Doña Rosa y otras custodias de semillas se recalca la importancia de las semillas para la sociedad, una sociedad que aún no se siente identificada con ellas y un gobierno que las considera ilegales; descubriendo alternativas de vida en una ciudad industrializada como Bogotá. Actualmente doña Rosa continúa trabajando por una alimentación autónoma y con la presente situación del Covid-19 ella realiza mercados para entregarle a los habitantes del barrio, La perseverancia. Pueden donar al Nequi: 3177626693. Selección oficial en la Competencia de Cogollos Verdes en el Festival de Cine Verde de Barichara en 2015.